La basura se ha convertido en uno de los problemas más serios de la Ciudad de México: el exceso de población, el cierre de tiraderos, la falta de espacio, la falta de educación de los capitalinos para saber qué hacer con los desechos. Desde la perspectiva del Gobierno del Distrito Federal, programas van y programas vienen y se reparten en volantes, con dibujos deprimentes que ni siquiera generan ganas de leerlos, que terminan ahí, en la basura, como desecho. Es curioso: hacer un programa, repartir volantes y generar más de aquello que se busca reducir. Es curioso: el problema de agua en la ciudad y las playas que ya se acercan. El Gobierno de la Ciudad de México es, digamos, curioso.
Hace un par de semanas, arrancó uno de estos programas que, si no mal recuerdo, ya había iniciado hace algunos años y terminó en el olvido. Una cuestión tan simple como la separación de residuos orgánicos y residuos inorgánicos. Ya no vayamos a cosas más complejas como el reciclaje o el desecho de baterías. En la idea de la separación de residuos: que los camiones recolectores pasen algunos días con la consigna de levantas residuos orgánicos y otros, inorgánicos. No es demasiado complicado, y ¿cómo se guía a la sociedad? El gobierno de la Ciudad de México y sus torpezas. Luego lo que le toca a la sociedad: que si bien hay que tener dos cestos de basura en casa, que si las bolsas de basura, que si de todos modos los van a revolver en el tiradero…
El problema de comunicación entre sociedad y gobierno no es nuevo, ni se le ve gran solución, al menos inmediata, al menos en las generaciones actuales. Hay necedad de las dos partes. Estamos acostumbrados a no poner demasiado de nuestra parte o a dar tumbos sin mucho sentido. Si bien nos podemos poner de acuerdo para una marcha, bien nos valdría ponernos de acuerdo para levantar este tiradero, para generar un poco de lo que realmente hace falta: mejores condiciones de vida, para los que estamos y para los que vienen.
En el inter… Calígula de Albert Camus, una obra de teatro cortita, sazonada con un poco de amor y poder que se acompaña bien con un Martini Vesper y ya en esas, Casino Royale. De reciente apertura al sur de la Ciudad de México, Cross Tavern Coyoacan, ellos sí separan la basura.
KRHISTO GONZÁLEZ MUÑOZ
SECRETARIO GENERAL
