¡UNA DE DEMOCRACIA POR FAVOR!
Lo sabemos, las palabras no van seguidas de los hechos; así como los hechos no llegan sin acciones que nos lleven a estos. Es por eso que debemos hablar del trabajo de los partidos políticos rumbo al 2012.
Sabemos bien que los partidos políticos, a través de sus candidatos, hacen hasta lo imposible por lograr el voto del ciudadano a su favor. También sabemos que para esto prometen cosas, lo que ellos llaman “compromisos de campaña”, sin embargo, lo que la gran mayoría de los mexicanos tenemos por seguro es que, una vez en el poder, los candidatos y todo el organigrama atrás de ellos pareciera olvidarse de los compromisos adquiridos con el ciudadano que le brindo su voto.
Lo preocupante ante esta situación, inicia cuando vemos a partidos de ideologías opuestas buscar una alianza para sacar del poder a otro partido. La incertidumbre se apodera del ciudadano al surgirle más preguntas como: ¿Qué me va a ofrecer esta alianza que no me ofrecieran los partidos individualmente?, ¿Por qué buscan ir a la elección como unidad dos ideas contrarias? y, la que quizá sea la pregunta más recurrente, ¿la alianza será en mí beneficio o en el de los partidos políticos?
Aquí debemos tener en cuenta que el elector tiene una visión de izquierda, derecha y centro, que no es entendida per se desde el ámbito teórico, sino desde el ángulo de las necesidades del ciudadano. Para el elector lo que va a contar es la propuesta de los candidatos, cómo se la presenten, y el beneficio que el ciudadano obtendrá al ganar el candidato de su elección (refiriéndome a los compromisos que deben ser cumplidos por el candidato una vez en el poder).
Así es como llegamos al punto central de este texto. Las alianzas, coaliciones, o cualquier título que les guste son buenas, siempre y cuando sea una misma ideología y exista el deseo de servir al pueblo y no al interés de unos pocos. Cuando éstas se dan en un contexto de partidos de ideas totalmente opuestas, es claro que el único interés es hacerse del poder a cualquier costo. Tal vez sea criticable ésta forma de pensar, sin embargo, es fácil de entender. Este tipo de alianzas tienen en su nacimiento contraindicaciones o mejor dicho, efectos que pudieran no ser lo que se buscaba. Cuando se dan alianzas de esta índole, es claro que existe una pérdida de identidad en las ideas. Partidos tan opuestos no pueden llegar a ofrecer soluciones concretas sin un trabajo muy largo y, para el caso conocido del PRD y PAN, sabemos que su motivación es sacar a un tercer partido del poder.
Esto puede traducirse como 1) miedo por parte de los partidos que buscan la alianza y 2) desconfianza por parte del elector al no creer que las intenciones de una alianza así sean en pro del ciudadano. Esto último impacta directamente al proceso electoral, debido a la desconfianza que generan tanto las instituciones como los partidos políticos con este tipo de movimientos, sin embargo, de esto hablaremos después.
Por lo tanto, antes de ésta búsqueda de alianzas bizarras, los partidos políticos deben considerar su fundamento. Comprender que la pérdida de las preferencias electorales de ciertos partidos se encuentra asociada al desgaste durante su ejercicio del poder y los conflictos internos de éstos. Entender que los hechos influyen más que las palabras por lo tanto demostrar que, una vez en el poder, se cumple con los compromisos pactados. Ese sería un buen inicio.
Es así como nosotros como ciudadanos debemos mostrar inteligencia a la hora de elegir. Valorar las propuestas y ver el trabajo de los que aspiran llegar al poder. Así es como la democracia dará una vuelta de 180° y obtendrá una mayor credibilidad.
¡Mexicanos Uníos!
YEFTÉ TELLO
VICEPRESIDENTE ASUNTOS ESTUDIANTILES
