MIÉRCOLES IRREMEDIABLES...
Cualquier libro que leemos tiene el potencial de volvernos mejores personas y por lo tanto nos lleva a superarnos y crecer como personas. Hay tantas versiones de un libro, como personas que lo lean, es decir, cada quien toma y entiende las cosas como las quiere entender o como más le conviene. Sin embargo hay obras que llegan más allá y si lo hacen es porque el mensaje que cargan va mucho más lejos y su finalidad es trascender en la mente de cada lector, dejándolo reflexionar y crecer tanto cultural como emocionalmente.
Quiero aprovechar este espacio para recomendar un libro, uno que vale la pena leer más de una vez en la vida. Esta obra es: “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl. Este libro fue escrito por un psicólogo judío (el padre de la logoterapia) durante la segunda guerra mundial. En él, narra su experiencia en los campos de concentración, su desesperación y frustración por poder perpetuar su obra y plasma su teoría psicología. Esta teoría podría explicarse simplemente de la siguiente manera: ¿Por qué usted no se suicida? Bueno, esa es su razón de vivir, vaya y viva por eso.
Para enriquecer esta experiencia literaria, me voy a tomar la libertad de hacer unas cuantas recomendaciones acerca de cómo llevar a cabo esta lectura, una vez más, es un libro con una gran enseñanza de vida.
La primera estrategia para sacar provecho de este libro tan maravilloso, es leerlo a conciencia, con la mente abierta y las antenas desplegadas. Se recomienda hacer esto con mucha atención y una profunda capacidad de análisis.
En segundo lugar subrayar los momentos más importantes del libro. Todos aquellos que al ser leídos sobresalten nuestras emociones y nos hagan reflexionar acerca de las cosas que tenemos y la vida que llevamos.
El tercer punto es comparar nuestras experiencias de vida con las que narra Frankl a lo largo de su obra.
La cuarta estrategia es hacer el análisis de cuál es nuestra principal razón para vivir y comenzar a luchar por ella.
Por último y lo que considero más importante para finalizar la comprensión de la obra, es volverla a leer, con una perspectiva distinta, la de reforzar nuestras ganas de ser una mejor persona y enfocar la vida ante una nueva perspectiva de superación y enfrentamiento continuo con el destino.
En mi caso particular, esta obra me ha ayudado en muchas ocasiones, dejándome ver que lo que considero mis mayores tragedias, son tan grandes como yo las quiero ver y dándome una visión más clara de el camino que quiero y debo tomar en mi vida, para así alcanzar lo que más nos trae la calidad de vida: la felicidad.
Pero bueno, como cada miércoles, nos encontramos en el ombligo de la semana y es tiempo de ponerse a pensar y reflexionar en quiénes somos y hacia dónde vamos para así, seguir enfrentando a la realidad que sencillamente es… irremediable.
IVÁN MONDRAGÓN FAJARDO
VICEPRESIDENTE DE ASUNTOS EMPRESARIALES Y AGRARIOS
