PREÁMBULO.
Teniendo en cuenta las normas del progreso social ya enunciadas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, su remanente que son los programas de gobierno (federal, estatales y municipales); como las convenciones, recomendaciones y resoluciones (ONU) de la Organización Internacional del Trabajo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y otras organizaciones interesadas en el desarrollo del mundo y de nuestro país,
Y convencidos de que el hombre sólo puede satisfacer plenamente sus aspiraciones en un orden social justo y de que, por consiguiente, es de importancia capital acelerar el progreso social y económico en todas las partes de México y contribuir así a la paz y la solidaridad nacional e internacional,
Convencidos de que la paz y la seguridad personal, de grupo y nacional, esta vinculada al progreso social y el desarrollo económico, que ambas, son íntimamente interdependientes y ejercen influencia entre sí,
Convencidos de que el desarrollo social puede promoverse mediante la coexistencia pacífica, las relaciones de amistad y la cooperación de la sociedad activa a favor de un Estados, aún con diferencias de pensamiento con sus gobernantes pero un sistema común constitucional, que permite ejercer las libertades humanas: social, económica o política, y
Subrayando la interdependencia del desarrollo económico y del desarrollo social en el proceso más amplio de crecimiento y cambio, y la importancia de una estrategia de desarrollo integrado que tenga plenamente en cuenta, en todas las etapas, sus aspectos sociales, he aquí nuestra afirmación.