CIUDADANO 2.0
¿Ya saben que estamos recolectando juguetes para donarlos a orfanatos y casas cuna con motivo del Día del Niño? Si no lo sabían, ahora sí...
Siempre me ha gustado estar cerca de acciones sociales de todo tipo, desde marchas hasta simples reuniones de gente para conmemorar algún hecho, como alguna vez mencioné a un amigo, es nuestro deber sumarnos a todo lo que podamos sumarnos por el hecho de que a veces lo único que nos hace falta es ser más solidarios.
Yo nací en la ciudad de México después del terremoto de 1985, nunca supe lo que fue que cientos de mexicanos salieran a las calles para ayudar a otros; hoy más bien puedo decir que crecí en un México que se acostumbró a ver al pobre como si fuera una banca, un árbol o el simple asfalto callejero. Nos hemos acostumbrado a una ciudad que muestra claramente la enorme diferencia social que existe entre los que tienen más y los que apenas tienen.
Sin embargo por más que intento evitar el no acostumbrarme a que en cada semáforo alguien se me acerca a pedirme alguna moneda, fallo de manera catastrófica en mi intento y caigo en lo que todos los demás caemos. Al final, la pobreza, siempre ha estado presente en mi vida.
Pero hay algo a lo que no me puedo, y espero nunca poder, acostumbrarme. Los niños... Hay algo en ellos que me hace que el corazón se me retuerza. Es como si como en tiempos de los aztecas alguien me lo arrancara para elevarlo al cielo. Siento que la sangre se me yerba también, no es sólo que caiga en tristeza, sino en coraje...
Probablemente la razón es que yo fui niño alguna vez, y probablemente sea que es la etapa que guardo con mayor cariño, pues fue en efecto la etapa en la que lo único que importaba era vivir. Por eso no me acostumbro a esos niños en la calle, o hasta los que van con sus mamás pero a quienes éstas les gritan... ¿Por qué atentar de forma tan flagrante contra una etapa tan maravillosa como la niñez?
Escombren entre sus pertenencias, seguro encontrarán algún juguete que ya no les sirva, que esté en buen estado... Porque si por un sólo día, por más seguros de que el Día del Niño es producto del capitalismo yanqui cocacolesco bushesco y demás, les juro que un niño con juguete en mano, sonriendo y olvidando por un momento el mundo de los adultos, no tiene precio.
¿Quieren ayudarnos? Escriban a informacion@movimientojuvenildf.org.mx preguntando por dónde pueden enviarnos sus donaciones. También pueden contactarnos vía Twitter y vía Facebook. ¿Quieres unirte también a la entrega? No dudes en hacérnoslo saber. Prometemos regresarte las sonrisas de estos pequeñines con imágenes entrañables.
E. F. A.
C O O R D I N A D O R
P R O M O C I Ó N / D I F U S I Ó N
