¡UNA DE DEMOCRACIA POR FAVOR!
Lo sabemos. Existe una gran cantidad de “animales de compañía” (usando dicho término para delimitar a perros y gatos) en situación de calle.Sin protección, hambrientos, enfermos, buscar la manera de sobrevivir a todos los retos a los que se enfrentan (uno de los principales es evadir ataques tanto de otros animales, automóviles e incluso el mismo ser humano que, sin duda, es el mayor peligro al cual se pueden enfrentar debido a la falta de educación ética y moral.)
Sabemos que en este país muchas cosas llegan por el simple hecho de llegar, o al menos, eso es lo que muchos tienen por concepto. Pobreza, desigualdad, falta de oportunidades son un claro ejemplo de estas, sin embargo, también es justo hablar de otro tema que no cuenta con la difusión que merece: el trato hacia los animales. Mejor sería decir maltrato, pues esto pareciera ser algo que el mexicano lleva implícito desde el momento de nacer.
La educación en México no es lo suficiente buena como para ofrecer a la ciudadanía una materia dedicada al buen trato hacia los animales. Estamos acostumbrados a ver gatos andando libremente, sin embargo, también sabemos que este animal se identifica por ser más independiente en comparación con otro tipo de animales, esto no quiere decir que sea totalmente bueno que ellos vaguen libres por la calle porque puede ocurrir que, por alguna razón, no regresen a casa y se sumen a la lista de los animales en situación de calle.
Por otra parte, tenemos el caso de los caninos. ¿Cuántas veces no los hemos visto en azoteas, encerrados en una reja, amarrados y maltratados? El problema de esta situación es que el mexicano la considera normal. Para el mexicano; tener una mascota es lo más común del mundo. Ya sea para tener compañía o para hacerle llegar ésta a alguien más, las personas se dedican a comprar (debido a que la adopción tiene poco éxito en nuestro país) ya sea perros, gatos e incluso aves y otro tipo de animales que se convertirán en la “mascota ideal”.
Pasará el tiempo y las obligaciones con los animales disminuirán debido a la perdida de interés o la falta de recursos para poder tenerlo. Por lo tanto estos animales, en alguna medida, pasarán a formar parte de los más de 120,000 mil perros estimados que viven en situación de calle. Esto generará una enorme cantidad de desechos que afectan al ser humano, un poco de violencia generada por estos animales desamparados, y se tendrá que buscar una forma de disminuir este llamado “problema de salud”. Así es como algunas personas de las altas esferas del país llegarán a la conclusión de que es mejor sacrificar a estos animales en vez de buscar una solución más humanitaria para con ellos.
¿Suena a realidad? Sí, porque es algo que nos encontramos viviendo en estos momentos en la capital del país. Lo lamentable de esta situación es que las voces caninas no pueden ser escuchadas y los que se encargan de “representarlos” muy pocas veces tienen un lugar en donde puedan hacer eco sus demandas.
Por un momento imaginemos a los perros alzando sus voces. ¿Qué nos dirían? ¿Elegirían estar con aquellos que los tratan como un objeto decorativo del hogar? Yo pienso que muchos de estos elegirían una vida mejor, sin violencia, aunque tal vez esto significara alejarse de su familia. Es en esto donde radica mi punto de la “democracia animal”. Lo que muchos de estos animales elegirían si pudieran, sin embargo, sabemos que esto no es una posibilidad. Nosotros somos los encargados de elegir por ellos, lo que consideramos mejor. A cambio de un hogar, comida y un buen trato ellos son capaces de regalarnos cariño y muy buenos momentos. Es realmente poco lo que piden para entregarse a nosotros.
Así que, imaginando lo que nuestros animales nos dirían y elegirían, preguntémonos si nuestras acciones están siendo suficientes para lograr una mejor calidad de vida para ellos. Poco a poco más voces se unen para pedir un trato justo lo cual me parece una buena forma de abrirnos a otro tipo de mentalidad.
Es hora de apoyar a las organizaciones que se encargan de hablar por estos animales y darles los espacios que se merecen para hacer crecer lo que es ya una labor titánica. Comprendamos que estas organizaciones sobreviven a través del dinero de sus titulares, voluntarios y, en menor medida, las donaciones que aportan personas interesadas en ayudar a este tipo de acciones.
Busquemos reeducar a nuestra ciudadanía. A través de una cultura de buen trato hacia todo tipo de animales fomentemos la adopción, pues en la mayoría de los casos, aquellos animales de compañía que buscan ser adoptados merecen otra oportunidad de ser felices con familias que de verdad se encarguen de ellos.
Comprendamos que el sacrificio los llamados “callejeros” no una opción, si así fuera, no sólo lo habría que limitarnos a los animales, al fin que hay muchos seres humanos en situación de calle también.
Analicemos si el pago de tenencia por mascotas es una posibilidad real. Es un tema rodeado de controversia porque, por una parte existen aquellos que estarían dispuestos a pagar debido a que sería una forma de control. Es decir los animales podrían estarían monitoreados y saber si se tiene un buen trato hacia ellos. Los que no estarían dispuestos a pagar podrían estar divididos en 2 grupos; aquellos que lo ven como un impuesto más y podrían sacar a sus animales a las calles, y aquellas asociaciones u organizaciones que se encargan de ver por el bienestar de los animales y cuyos fondos son limitados, y aclaro, estas últimas no es que no estén dispuestas a pagar per se, es por los recursos bajos con que cuentan y cuyo impacto podría verse reflejado en menos alimento, vacunas, o algún otro requerimiento.
Una vez más, unamos nuestras voces a favor de las causas justas. A favor de aquellos que no tienen voz ni voto. En este caso, los animales que son capaces de sacar lo mejor de cada nosotros.
¡Mexicanos Uníos!
YEFTÉ TELLO
VICEPRESIDENTE ASUNTOS ESTUDIANTILES
