PRECISIONES
El día de ayer una vez más la estupidez y avaricia de poder, cundieron en el Distrito Federal.
Parece que ya se está haciendo costumbre el expresar con violencia, intolerancia y simiesca conformación las diferencias que se puedan tener con otros en nuestro amado país.
En un afán por nadie sabe que en concreto además de "recuperar" su fuente de empleo, las huestes del SME se lanzaron a las calles a "protestar". Solo que esta vez lo hicieron con un elegante cambio, propio de las sociedades más avanzadas del mundo: INCENDIANDO COCHES Y AGREDIENDO CIUDADANOS. Hechos de los cuales horas después se deslindaron aludiendo responsabilidad de provocadores del Gobierno Federal (carcajada general claro). No pongo en duda que Felipe Calderón envíe esbirros a los movimientos sociales, pero en el caso de los electricistas, nunca han requerido de sus servicios para enardecerse y perder el control.
No me explico en que cabeza cabe el que un Sindicato que se ostenta como un órgano de carácter social que lucha por los intereses de sus agremiados que son a su vez ciudadanos. Los agreda y perjudique literalmente sin importar nada y peor aún continúe confiando en un "líder" que ni va a las marchas, ni se suma a las "huelgas de hambre" ni hace nada por su gente.
Misma circunstancia se observa por todas partes, ¡nadie tolera nada ya!
Tristemente nos hemos convertido en un pueblo infrahumano, estúpido, no pensante.
Gente herida tras una verdadera batalla campal en donde con indecible zaña se hirieron todos contra todos por la "imperdonable falta" de ser partidario de otro equipo en un juego de soccer. Odio, resentimiento, violencia, todo vertido sobre el hermano de enfrente por una sencilla razón: "Pensar Diferente".
¡Luminoso futuro nos espera! porque de seguir así el próximo paso es armar madrizas en las esquinas por fumar marcas diferentes de cigarros, o apuñalar a los que fuman, o colgar de los pulgares a los Testigos de Jehová o tal vez (¿ por qué no?) desnucar en el cine al hijo de puta que se meta a ver una película que a mi no me gusta.
Todos, absolutamente todos, tenemos manera particulares de pensar, creencias distintas, preferencias sexuales diferentes, filiaciones políticas desiguales y criterios variopintos y curiosamente la responsabilidad de garantizar el libre ejercicio de los mismos no es solo del Estado, sino que es la propia sociedad, quien debe empujarse a si misma a una evolución que permita sustentar la inclusión, tolerancia y respeto.
Pase lo que pase, todos, absolutamente todos somos mexicanos y por sobre eso somos seres humanos, con derechos intrínsecos a nuestra condición que nosotros mismos debemos defender, siempre bajo la bandera de la sustentabilidad social y no agresión.
ERRAREM HUMANUM EST.
SEBASTIÁN L. GONZÁLEZ DE COSÍO
PRESIDENTE DEL COMITÉ DIRECTIVO
DEL DISTRITO FEDERAL
