PRECISIONES
“El mundo ya no es mundo de la palabra
Nos la ahogaron adentro
Como te asfixiaron, como te desgarraron a ti los pulmones
Y el dolor no se me aparta, sólo tengo al mundo.
Por el silencio de los justos
sólo por tu silencio y por mi silencio, Juanelo”
Javier Sicilia
Una vez más, el “Estado mexicano” ha demostrado lejos de solo ser fallido ser INEXISTENTE.
La recurrencia de actos de violencia cotidianos en las ciudades de nuestro país, está comenzando a colmar la paciencia y capacidad de tolerancia de los ciudadanos, que ven con más repudio cada vez no al crimen organizado, sino al gobierno y sus instituciones, que han demostrado su ineficacia, impericia, apatía, incapacidad y estupidez.
Un hermano inocente más, cayó a manos de este sistema disfuncional o de un hampa que ha olvidado sus códigos de ética, valores que en algún momento resultaron intrínsecos como el honor, la inviolabilidad de la familia, respeto y las máximas de antaño que rezaban: “Si no te metes conmigo, no me meto contigo” y “El pedo es contigo, no con tu familia”.
“Peca tanto el que mata la vaca como quien le amarra la pata” el punto es que los unos ya no respetan mientras los otros ya no gobiernan.
Juan Francisco Sicilia Ortega, fue encontrado muerto en un automóvil junto con otros seis jóvenes el pasado 28 de marzo en Temixco en el estado de Morelos. Los cadáveres tenían signos de haber sido asfixiados, además había un mensaje presuntamente escrito por un grupo del crimen organizado, de acuerdo con un vocero de la Procuraduría General de Justicia de Morelos. Sin embargo una fuente no oficial, dijo que el titular de dicha institución, Pedro Luis Benítez Vélez, reveló que ex militares y soldados en activo, son los responsables del asesinato. Lo anterior, lo habría dicho durante una reunión con diputados locales y dirigentes estatales de partidos políticos.
Siempre lo mismo, ahora, ya muerto el niño quieren tapar el pozo y se han realizado importantes movilizaciones policiacas y militares con el fin de “encontrar a los responsables”.
No se agobien señores, aunque lograran encontrarlos (fabricarlos), los responsables (de los cuales sorpresivamente ya se tienen nombres y apellidos) no podrían cumplir de ninguna manera con el principio penal de la reparación del daño, pues no existe manera de que al escritor, poeta y periodista Javier Sicilia se le restituya la vida de su hijo, su muchacho.
Nos sumamos al escándalo, indignación y tristeza por la pérdida de “Juanelo” e invocamos a las instituciones a restablecer por cualquier medio, la paz, el equilibrio y la sustentabilidad que en este momento no son características de la cotidianidad mexicana.
SEBASTIÁN L. GONZÁLEZ DE COSÍO
PRESIDENTE DEL COMITÉ DIRECTIVO
DEL DISTRITO FEDERAL
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