¡UNA DE DEMOCRACIA POR FAVOR!
Lo sabemos: el ser humano es considerado como la parte más alta de la pirámide debido a su uso de la razón. No obstante, muchos actos cometidos por nosotros hacen que, en ocasiones, dudemos de la verdadera capacidad racional del ser humano.
Aristóteles consideraba al ser humano un animal político (Zoon Politikon), o sea, un animal ciudadano, un animal cívico, social. Lo que significaba para él que la virtud, la justicia y la felicidad sólo pueden alcanzarse socialmente.
Vivimos en un país que tiene sus cosas buenas (dejo a su consideración la mención de estos) y sus grandes problemas, lo cual será considerado como “lo malo” del país. Si bien la solidaridad del mexicano, que es uno de los valores que más exaltamos, sobresale en muchas situaciones de riesgo tanto para el país como para otras naciones en desgracia; es lamentable ver que ésta no se haga presente cuando más la requerimos.
Requerimos que el mexicano se una para luchar contra la violencia, contra la injusticia social que vivimos actualmente. Requerimos alzarnos, todos juntos al unísono clamando por la baja de impuestos y de precios. Los gobernantes, debido a sus sueldos, probablemente pueden pagar los aumentos que se vienen mes a mes pero, ¿el mexicano de clase media?, ¿El mexicano de clase baja?, ¿El que no tiene empleo? La respuesta la sabemos la gran mayoría, los que no, es debido a que se encuentran con cierta estabilidad y no saben lo que es sufrir. Si bien, muchos se han ganado esa estabilidad a base de trabajo y esfuerzo; lo lamentable es que, aquellos encargados de representar al pueblo, no se den cuenta de lo mal que hacen su trabajo.
Señores, este es un mensaje de la Nación: ¡No están trabajando bien!
Y bueno, nosotros como sociedad, no nos quedamos atrás. La realidad es que, el gobierno es capaz de llevar a cabo sus acciones debido a nuestra falta de acción. La teoría nos indica que existen un gran número de personas encaminadas a luchar contra la injusticia social, sin embargo, la realidad es que todas estas personas carecen de voz debido a que es una lucha en la cual el ente que conforma la sociedad no ha alcanzado su máximo potencial.
Ejemplo burdo de esta cuestión. La existencia del programa de televisión denominado “Pequeños Gigantes”. En algún país se dio un caso similar, la sociedad se movilizó y se obtuvo la cancelación del programa. En México, este programa ha causado mucha controversia, se dice que debería prohibirse, los ciudadanos opinan que es un programa inapropiado y ¿qué pasa con éste?...sigue al aire. Si los mexicanos hiciéramos un gran movimiento, probablemente lograríamos sacar del aire a este programa, que muchos consideramos como denigrante, debido a que es un ejemplo de la pérdida del raciocinio nacional. Mostrar niños en circunstancias para adultos, en un país donde se tienen problemas como trata de infantes o mucho peor, pedofilia…lo dejo de tarea.
Decía Thomas Hobbes: “El hombre es el lobo del hombre”. Aquello que Aristóteles mencionaba sobre el hombre como animal político, capaz de alcanzar un estado de felicidad a través del trabajo en sociedad, Hobbes lo destruyo reconociendo en él la natural proclividad hacia la violencia, hacia la hostilidad hacia sus congéneres.
En el mundo en que vivimos ahora, lleno de sometimientos, trabas y demás, debemos preguntarnos sobre el poder real del ser humano conviviendo en sociedad. Al momento de ejercer la “democracia” y elegir a alguien que nos “represente”, usemos la razón y veamos a quien delegamos nuestra parte de soberanía y, si no encontrásemos a un candidato capaz de usar para bien el poder que le damos, busquemos nosotros mismos a aquella persona en quien confiar. Demostremos que como unidad, la sociedad puede hacer frente a un monstruo lleno de vicios, al cual denominamos Estado.
¡Mexicanos, Uníos!
YEFTÉ TELLO
VICEPRESIDENTE ASUNTOS ESTUDIANTILES
