Movimiento Juvenil Mexicano

Somos un grupo de jóvenes comprometidos con nuestro país...

Acostumbrados al mal servicio...

CIUDADANO 2.0

En México estamos terriblemente mal acostumbrados al mal servicio. No sólo lo toleramos, sino que también, lo promovemos. Pareciera que nos encanta ser mal atendidos, que nos encanta desperdiciar nuestro dinero en quienes nos tratan mal y que a veces hasta disfrutamos de ese mal servicio. Es un mal muy arraigado en nuestro país. Por eso cuando escucho o leo críticas de que si tal o cual diputado veía la película de Cantinflas en plena sesión parlamentaria, lo único a lo que atino es a reírme porque entonces pienso, que no es el único empleado que descuida su trabajo.

El día de ayer asistí al concierto de U2 en el Estadio Azteca. Un sitio majestuoso que cuenta con todas las comodidades de un inmueble de su tipo. Pero hay un detalle muy importante, pues el Estadio Azteca fue construído para eventos deportivos, en específico para el fútbol. Naturalmente no es un espacio diseñado para los conciertos musicales, situación que cabe destacar, no exime a los organizadores de una mejor logística.

Apenas hoy por la mañana me enteraba de la violencia brutal sucedida en el Estadio Morelos durante la semifinal del fútbol mexicano entre el Monarcas Morelia y el Cruz Azul. Heridos por cuchillos y pistola fueron parte del recuento rojo tras un evento que debería ser meramente lúdico. Me acordé entonces de la misma violencia que sucedió hace ya unas semanas entre porras del Cruz Azul, sin olvidar que una vez en carne propia casi fui linchado del mismísimo Estadio México '68, el mismo de la que hoy es mi universidad. En fin, el asunto de la violencia se cuece aparte, pero no hay que olvidar del todo a los organizadores.

Tras el concierto de U2, a quienes nos encontrábamos en cancha, se nos pidió salir por un túnel alterno al que utilicé el sábado anterior (día en el que también asistí al evento). Un túnel largo pero muy largo, entre miles y miles de personas, era un sitio perfecto para algún accidente fatal. Por si fuera poco, con los ánimos encendidos de un público que también es futbolero, a la mitad del "kilométrico túnel" se empezaron a escuchar porras rivales que bien pudieron terminar en una trifulca como la sucedida en Morelia. Así es mis queridos lectores, en ese túnel convivían mujeres y niños también, ¿de pena ajena no? De pena ajena porque en ese sitio no había ni un sólo policía; en pocas palabras, si sucedía algo a la mitad del túnel, ya nos habríamos chingado...

En México estamos muy mal acostumbrados al mal servicio. Un mal servicio que en este caso fue culpa completa de OCESA que organizaba el evento. ¿O es que acaso no sabían que el Estadio Azteca no está diseñado para sacar un número tan grande de gente desde la cancha? ¿O de la longitud del túnel y lo peligroso que podía ser una trifulca a la mitad? Vamos, ¿no sabían que ese día se jugaba el fútbol o de perdida que se estaban vendiendo bebidas alcohólicas? Mi coraje fue mayor cuando al salir del túnel y encontrar a la primera persona del staff para quejarme, lo único que recibí fue un, "ah, sí, ok". Con ganas de decirle hasta de lo que se iba a..., bueno, ok, ustedes me entienden.

Lo peor del asunto es que la próxima vez que venga U2 no habrá mayor opción que volver a comprar los boletos para un evento de OCESA. ¿Por qué? Porque me encanta U2. Lo mismo sucede con todos los conciertos y eventos deportivos o culturales que opera la misma empresa. No hay otra opción para hacerles mostrar que su servicio es fatal. Como tampoco hay opción con todas las demás empresas que están cerca de ese evento, como quienes venden los boletos, o como quienes venden la comida y las bebidas.

Pero eso no sólo pasa con los conciertos, pues también pasa con otros muchos servicios que consumimos por una u otra razón. Sucede con los teléfonos celulares (como con el ejemplo de Telcel), como también con la televisión de paga (y la mala señal de SKY sin olvidar su mala programación), como también con CFE y sus múltilpes e interminables apagones, y otros muchos ejemplos que seguro al leer este comentario se les han venido a la memoria.

Lo malo es que seguimos tolerándolo, y que en lugar de estas empresas malas y maletas sufran pérdidas por su mal servicio, se enriquecen a nuestra costa porque saben que sin importar el cómo nos traten los seguiremos consumiendo. Es más, y para que el coraje sea mayor, sus tarifas suben porque ese tipo de demanda muchas veces suele ser superior en cada evento. Ojalá pronto en México tengamos más opciones, porque de seguir así, por lo menos yo sí evitaré consumir a esta bola de patanes.

ENRIQUE F. A.
COORDINADOR
PROMOCIÓN / DIFUSIÓN

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