¡UNA DE DEMOCRACIA POR FAVOR!
Si todos los mexicanos sabemos algo es, que nos encontramos viviendo momentos muy difíciles, a tal grado que estamos hartos de nuestra realidad. Uno quisiera decir que el mayor de nuestros problemas es la inseguridad, no obstante, nos encontramos arrastrando una serie de problemas con los cuales el gobierno no ha podido lidiar. Pobreza, educación, migración, medio ambiente, desigualdad social, género, economía, relaciones internacionales, ciencia y tecnología, políticas públicas, instituciones, procesos políticos y seguridad nacional son temas en los cuales, lamentablemente, requerimos invertir tiempo y dinero; dado que en todos estos tópicos se ha dejado de invertir y ha significado, además de un gasto, un retroceso en algunos de éstos.
Ya lo he dicho antes. No dudo de los buenos deseos del Gobierno por sacar adelante al país. No dudo que el problema sea el dinero pues, seamos francos, no sobra. A pesar de que muchos queramos que se le asigne más dinero a tal o cual problema que aqueja al país; siempre habrá un orden de importancia pues así es como se nos ha acostumbrado a pensar.
Invertir en pobreza y educación es, en mi opinión, algo que debe seguir siendo prioridad. No obstante estos temas van acompañados de un mejor desarrollo de la ciencia y la tecnología, sin embargo, sabemos que no pasa así. México no es un país acostumbrado a invertir en este rubro y realmente tenemos mucho potencial en esta materia. Esperemos poder trabajar para resolver esto, dado que, un mexicano con educación y que pueda generar un nuevo conocimiento o tecnología puede ser muy provechoso para la nación, piénsenlo.
Conforme pasa el tiempo en nuestro país muchos ciudadanos nos sentimos inconformes. Nos desesperan muchas cosas que muchos sabemos y no es necesaria su mención. Se hablaba que, en 2010, iniciaría una nueva Revolución debido a los malos tratos que sigue teniendo el gobierno con el pueblo. Su irresponsabilidad al no encarar los problemas que sufrimos nos llevó, en algún momento, al borde de un gran movimiento social. Si bien no se concretó en aquel entonces, estoy convencido de que llegará el momento en que la sociedad explotará en un gran levantamiento para clamar por mejoras.
Ahora, estudiemos el concepto básico de Revolución, que es el cambio o transformación radical y profundo respecto al pasado inmediato. Se puede producir en varios ámbitos al mismo tiempo, tales como económicos, culturales, religiosos, políticos, sociales, militares, etc. Los cambios revolucionarios, además de radicales y profundos, y sobre todo traer consecuencias trascendentales, han de percibirse como súbitos y violentos, como una ruptura del orden establecido o una discontinuidad evidente con el estado anterior de las cosas, que afecte de forma decisiva a las estructuras.
Considerando lo anterior preguntémonos: ¿Seremos capaces de afrontar un movimiento revolucionario y apoyarlo hasta sus últimas consecuencias? ¿Los mexicanos tendremos la decisión necesaria para intentar un verdadero cambio político y social?
Palabras mayores realmente. En lo que llega este proceso conocido como Revolución, entendamos que, actualmente, nos encontramos viviendo un proceso de transición. Una asimilación a la nueva forma que el Gobierno nos obliga a vivir, es decir, el soportar las decisiones que toma de manera unilateral sin considerar las reales necesidades del pueblo.
YEFTÉ TELLO
VICEPRESIDENTE ASUNTOS ESTUDIANTILES
