CIUDADANO 2.0
La otra vez platicaba con mi hermano sobre el consumo, pero sobre todo, sobre el exagerado consumismo en el que hemos caído como sociedad. El consumo se encuentra presente en casi todos los aspectos de nuestra vida. Compramos como locos los nuevos accesorios de tecnología, acudimos a consumir en masa la última producción de Hollywood, corremos como locos a consumir la última consola de Nintendo, y de a poquito, consumimos de repente una que otra canción (porque ya discos completos no son consumibles). Consumo, consumo y más consumo. Sin embargo no todo es así, ya que aunque a todo le busquemos la manera de comprarlo, es evidente que no todo se consume.
Un claro ejemplo es la educación. ¿Por qué puedo ver que se lanza una lata de refresco desde un BMW? Se supone que el dueño de ese auto tiene cierta educación. ¿O por qué a un estudiante de una universidad privada puedo escucharlo insultar a un indígena que le pide unas cuantas monedas? Se supone que en la universidad privada lo educaron. Bien, pero veamos el extremo opuesto, ¿por qué podemos llegar a ver a gente con menos recursos con muchos mejores modales y actitudes? Simple, porque la educación se mama, no se compra.
Quienes alzan la voz gritando que Elba Esther Gordillo es la principal culpable de que la educación en nuestro país sea un fracaso, probablemente tengan un poco de razón, aunque no toda... La educación empieza en la casa, en la familia que enseña a sus miembros a ser o no educados, ahí está la educación real y no en los aulas de los grandes edificios. Cierto es que en las aulas se ofrece otro tipo de educación, la académica, pero también ahí podría afirmar que no se compra, pues como decía un profesor de mi carrera, "realmente la información está en los libros, no en los grandes 'intelectuales', que son meros interlocutores...". Sí, hay libros que se compran (se consumen), ¿pero acaso no hay bibliotecas públicas en esta ciudad?
Por eso podemos encontrarnos a auténticos ignorantes en universidades públicas o privadas, así como a auténticos ignorantes con doctorado o sin primaria, y viceversa (también para ser justos)... La educación no se compra entonces, y ese es el dilema al que se enfrenta uno cuando tiene en sus manos la formación de un ser humano, como ahora que uno de mis amigos acaba de tener un hijo. En sus manos está la educación de ese pequeño, con el que por más que pague los mejores colegios del país, no dejará de tener esa labor mayúscula de ser el responsable de su mala o buena educación.
Deberíamos a veces entender un poquito de eso, porque siempre será fácil echarle la culpa a los políticos de la "desgracia nacional", o a nuestros jefes por ser unos villanos con nosotros los pobres empleados. Siempre será más fácil echarle la culpa a alguien más, para después, sentarnos cómodamente y seguir consumiendo o creyendo que con consumir seremos mejores personas. A veces, para cambiar el rumbo, hay que hacer un cambio, y quizá uno de los cambios más importantes sea el de entender que no todo se consume, y después, que somos nosotros los responsables de las próximas generaciones. ¡Así que a darles de mamar educación!
ENRIQUE F. A.
COORDINADOR
PROMOCIÓN / DIFUSIÓN
