MIÉRCOLES IRREMEDIABLES...
A pesar de solamente haber pasado tres días de las elecciones para gobernador en cuatro estados de la republica, siendo el caso más llamativo el del Estado de México, ya se ha hablado mucho de los triunfos y las diferencias tan marcadas en la elección de los cargos públicos, pero muy poco se dice de la otra parte de la población, la que en su silencio grita la más grande protesta.
¿Qué quiere decir esto? Que la gente está cansada de lo mismo de siempre… promesas de campaña. Ya concluyo el proceso electoral, ¿Qué sigue? Esperemos, no, no esperemos, exijamos el cumplimiento de todo aquello que puso en su nueva posición a quienes se creyó más conveniente.
Toda la gente que no hizo sonar su voz, pero que expreso su inconformidad, tiene que entender que esa no es la manera de hacer las cosas. Como ciudadanos tenemos la responsabilidad social de involucrarnos con nuestros gobiernos, ser coparticipes de la toma de decisiones y de la implementación de los recursos de manera tal, que todos, más allá de los colores que tenga nuestra camiseta, quedemos satisfechos.
El día de ayer, platicando con un gran hombre, el me decía: “el que no pide, es porque no merece”.
¿Si no nos hacemos escuchar, como esperaremos que alguien nos haga caso? Pero no con gritar basta, hay que meter las manos en el accionar de esta gran máquina en la que vivimos y llamamos México. Hay que renovar la visión y la misión de la política nacional, hay que aprovechar este periodo de transición que es innegable para involucrarnos en el trabajo y pasar de la tiranosaurica y siempre dictatorial ejecución de la toma de decisiones a la participación de todos.
Hagamos que no solo emerja de una sola cabeza el análisis, la decisión y la implementación de las acciones y evidentemente, reitero, la manera de hacer esto es NO QUEDANDOSE CALLADOS.
Además, quiero aprovechar esta oportunidad, para criticar el enfoque de las “alianzas”… no es posible que queramos conjuntar a dos ideologías totalmente contradictorias, que han estado en choque desde el momento de su creación y que la existencia del otro contradice los principios que dieron origen al contrincante. Todo esto para pretender pegarle a un tercero. No hay forma, mucho menos estructura ni corriente de pensamiento alguna, pretender formar alianzas de este tipo nos debe de advertir de lo que viene. Hay quienes han tomado este ejemplo como pretexto para formar montón de forma definitiva.
Esperemos que con la intervención de todos, logremos encontrar verdadera representación en los poderes que interfieren en la Nación.
IVÁN MONDRAGÓN FAJARDO
VICEPRESIDENTE DE ASUNTOS EMPRESARIALES Y AGRARIOS
