Movimiento Juvenil Mexicano
Archive for agosto 2011
CIUDADANO 2.0
La euforia futbolera está a todo lo que da. Nuevamente una selección mexicana con límite de edad hace soñar a todo un país al que le gustan las hazañas y los héroes. Si bien la selección mexicana de fútbol Sub-20 no logra aún el campeonato del mundo como la selección mexicana Sub-17, hay que recordar que hasta ahora las dos han hecho algo que la mayor nunca antes ha realizado en un torneo de su tipo. La alegría es mayor cuando nos ponemos a pensar que son jóvenes, y más, cuando vemos que las tradiciones del 'sí se puede' se ven rebasadas por un grupo de muchachos que con toda la actitud demuestran que eso es cosa del pasado, ¡esta es la generación del 'claro que se puede'!
Seguía por radio el partido entre las selecciones de Colombia y de México Sub-20 en la etapa de cuartos de final, porque en ese momento me encontraba trabajando, pero no sin tener la alegría a flor de piel cuando escuchaba que los nuestros pasaban con claridad sobre la selección anfitriona. El partido no fue sencillo, pero esta generación de mexicanos, hicieron que el 'jugaron como nunca y perdieron como siempre' se invirtiera. Es fútbol, sólo es fútbol, pero carajo, ¡qué alegría se siente ver que una nueva generación de mexicanos quieren que las cosas sean diferentes!
Es por eso que en medio de esta alegría con la que esperaré con gusto la cita que la selección mexicana tendrá en semifinales, que me pongo a pensar un poco en lo que tuvieron que pasar ambas selecciones este año para darle tanta alegría a un pueblo que necesita más de estas buenas noticias. Ambos equipos pasaron de la primera fase de grupos con cuestionamientos sobre su funcionamiento, probablemente, con dudas sobre hasta dónde podrían llegar. La Sub-17 logró el campeonato, la Sub-20 está en semifinales... ¿Alguna duda de sus capacidades?
Cuando uno busca algo, con esa esperanza activa de la que hablaba la semana pasada, es claro que las cosas tienen mayor posibilidad de lograrse. Habrá dudas, muchas que vendrán de todas partes (dentro y fuera de esa persona y grupo de personas), pero deberá entonces uno aferrarse de manera consistente a lo que busca con tanto ahínco. Si bien el proceso no es fácil, y he ahí el chiste de sobresalir, la satisfacción al final es grande y los frutos abundantes.
Por un momento pensemos entonces en estos ejemplos que los jóvenes nos dan a todos. Pensemos en nuestras luchas personales y en nuestros enfrentamientos cotidianos. Pensemos que nosotros tenemos también nuestras propias hazañas que lograr, como quienes son madres solteras o como quienes se parten el lomo huyendo del país para cruzar la frontera y enviar su dinero a su familia. Pensemos que este país está lleno de enfrentamientos que no cuentan con todos los reflectores de la televisión, que sufren una mayor cantidad de osbtáculos y que al final cuando se logran, deberían ser motivo de igual o mayor alegría que lo que estos muchachos con justicia han buscado en su propia realidad.
Las selecciones con límite de edad en México han contrastado de manera importante con la mayor, cuando hace un año, todo era pesimismo sobre de ellos en el partido de octavos de final contra Argentina. Si bien la situación de desconfianza fue la misma que vivieron estos dos equipos en 2011, la manera en la que enfrentaron todos (me refiero a todo el equipo incluyendo técnicos), fue diametralmente diferente. El resultado de esa reacción es parte de la alegría que nos hacen vivir en estos momentos.
Por ahí leía en redes sociales que muchos alzaban la mano diciendo que el triunfo ante Colombia no hace que se acabe el hambre ni la pobreza en México. En algún momento pude haberles dicho que sí, pero ahora, creo con firmeza que si lo vemos tan simple podemos caer en un error. Si queda como un simple entretenimiento donde todos nos emborrachamos celebrando el triunfo y al día siguiente volvemos a las andadas, entonces, sí será sólo un simple triunfo sobre Colombia como igual un simple triunfo de la Sub-17 frente a Uruguay que le daría la Copa del Mundo. Pero si después de ese juego entendemos y hacemos nuestro el mensaje y la lección que nos dieron 'tan sólo unos chamacos', para mañana levantarnos con bríos y energía para enfrentar nuestros enfrentamientos cotidianos, entonces creo que el cambio sí es positivo y logrará en manada que se refleje. Ojo, e insistiré siempre en ello, para que haya un cambio debe de ser de abajo hacia arriba y no de arriba para abajo.
ENRIQUE F. A.
COORDINADOR
PROMOCIÓN / DIFUSIÓN
PRECISIONES
Una vez más, uno de los arreglos “entreguistas” de Calderón para conducir la política de nuestro país, sale a la luz pública. Existe sin embargo una particularidad en cuanto a estos acuerdos copulares, y es que los mismos rebasaron las fronteras y fueron medios internacionales los que pusieron al descubierto la “colaboración” de fuerzas armadas extranjeras para “ayudar a combatir a la delincuencia organizada en México” (carcajada general pertinente).
Ahora resulta que hay 24 agentes, de la DEA, CIA y del Pentágono que se han integrado a una base militar al norte de nuestro país, vulnerando de pleno la soberanía y violentando el más elemental orden constitucional y orgullo patriótico al participar en cuestiones de seguridad nacional, que son competencia exclusiva, indiscutible e inalienable del poder ejecutivo, conferidas por emanación directa por el pueblo de México. Sin duda el Gobierno Federal buscará las lagunas necesarias en nuestras leyes para justificar esta “colaboración” y de no encontrarlas, acorde a su “modus operandi” como parte de la falaz e inoperante estrategia de combate frontal al narcotráfico, seguirá con su cometido en plena, completa y traidora ilegalidad.
La brillantez de los actores del Gobierno Federal se hace manifiesta al resultar que ni siquiera se pusieron de acuerdo con el país del norte respecto de las declaraciones que tendrían que verter en relación a dicho asunto. Rechazando por un lado la intromisión de sus agentes puesto que afirman que sólo es un intercambio de información y la prestación de servicios de capacitación y asesoría. Mientras tanto Estados Unidos señala que: “Después de meses de negociaciones, Estados Unidos instaló un puesto de inteligencia en una base militar en el norte del país (México), colocando a Washington más allá de su papel tradicional de compartir información, para estar más directamente involucrado en la recolección de la misma.”
Esto se conoce en todos lados con un término lapidario y que por ningún motivo debe prestarse a la interpretación ni discusión ideológica, SE LLAMA TRAICIÓN A LA PATRIA.
La ingerencia directa de los intereses oligárquicos y por supuesto de potencias financieras, resultan en ataques directos (ni siquiera disimulados como el romántico espionaje, del que México fue anfitrión en tiempos previos a la caída de la Cortina de Hierro) y conspiraciones tales como el operativo “Rápido y Furioso” que permitió la libre entrada de miles de armas de alto calibre a nuestro país, con el fin de armar a la delincuencia organizada y permitir a la misma abrevar del lago del respaldo yankee, acciones tendientes a la desestabilización de nuestro país con muy siniestros fines.
Todo esto resultado de que los ciudadanos se mantienen ocupados en la búsqueda de su sustento cotidiano y luchando con la opresión de una realidad apremiante, alimentada por un gobierno inútil, incapaz y sin honor.
¡NO MÁS! POR EL HONOR DE MÉXICO.
SEBASTIÁN L. GONZÁLEZ DE COSÍO
PRESIDENTE DEL COMITÉ DIRECTIVO
DEL DISTRITO FEDERAL
CIUDADANO 2.0
Una de mis palabras favoritas es 'esperanza'. Sin embargo, y como abordaré el día de hoy, la esperanza sin ser acompañada no vale nada... ¿Es mala o buena? Me acuerdo de haber platicado con mucha gente sobre este concepto.
La esperanza por sí sola no puede ser mala, o bueno, eso es lo que yo supongo. ¿Qué de malo habría en que uno espere a que suceda algo? Bueno, si la esperanza va solita como ya dije, espere y espere, entonces es probable que sí sea una 'mala esperanza'; si en cambio a ésta le inyectamos algo de acción, creo, que la esperanza es positiva.
En este país pareciera que vivimos en la eterna esperanza. Ojalá. Ahorita. Dios proveerá. En fin hay muchas palabras que nos ponen en evidencia que la esperanza es prácticamente un deporte nacional. Lo malo es que eso se contagia, y claramente, se combina con otros males como la falta de memoria, compromiso y auto crítica.
Una clara muestra se da cuando se critica a los políticos. Se critica a los políticos porque 'todos son iguales'. Cuando se afirma esto, de todas maneras, se tiene la esperanza de que con el cambio de gobierno 'las cosas cambien'. Lo siento, pero a mí, esto se me hace una tremenda incoherencia. ¿No estamos juzgando a todos los políticos de la misma manera? ¿Entonces como por qué podemos suponer que con la llegada de otro se realizará un cambio? A mí, por lo menos, eso me parece incoherente.
Ya lo he insistido hasta el cansancio, el problema en sí es de raíz... Basta con abrir los ojos y acercarnos a muchos de los espacios que frecuentamos para encontrarnos que ese mal que calificamos como exclusivo de los políticos lo podemos encontrar en nuestra propia sociedad. Regresando entonces un poquito al tema, ¿por qué suponer que con la 'esperanza' de que ellos cambien y no nosotros todo será diferente? Al final ellos somos nosotros pero en otro puesto.
La esperanza debe de servirnos como motor para lo que queremos lograr, no como simple anhelo que evadimos cuando nos toca actuar y tomar al toro por los cuernos. Si por un lado critico a la gente que deja sus bolsas de basura en pleno parque, no sería congruente que lanzara un chicle por la ventana del auto. Si por un lado me vendo como la más increíble empresa con un modelo estadounidense, no sería congruente que tuviera a elementos con los mismos defectos de los que me quiero diferenciar.
La esperanza pasiva sería entonces esa esperanza negativa y nociva que nos deja cómodos en nuestros espacios sin pensar que la solución la tenemos nosotros con nuestras acciones cotidianas. Tendríamos que olvidarnos entonces, para vencer a esa esperanza pasiva, de que para que todo cambie primero debe hacerlo el que está a nuestro lado en lugar de nosotros.
La esperanza activa sería esa que nos impulsa a lograr algo que sabemos hará un cambio que a la larga, y si hay suerte, podrá tener impacto en nuestros círculos más cercanos. Pensar entonces que para cambiar hay que hacerlo desde dentro.
Eso sucede por ejemplo cuando abordamos el siempre difícil tema de la violencia en México. No todo se acabará con un cambio de presidente, que si bien está equivocado en su estrategia (la mejor muestra es el número de muertes acumuladas), ya que también hay muchos males que llevamos arrastrando desde hace muchos años. Males que van desde el hecho de seguir formando hombres y mujeres incompletos y con problemas, hasta situaciones más grandes como la educación en el país y la falta de oportunidades.
Podemos esperar, esperar a que nuestras acciones tengan efecto, o simplemente esperar, esperar y esperar sin que nada cambie...
ENRIQUE F. A.
COORDINADOR
PROMOCIÓN / DIFUSIÓN
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Los aspirantes, hombres o mujeres mexicanos de entre 18 y 30 años de edad, deberán tener plena intención e interés de reunirse cuando menos una vez cada quince días en sus respectivos comités y una vez al mes en sesión plenaria con el Comité Directivo del D.F.
Es indispensable tener vocación de lucha, pasión por crear un México distinto y afán por lograr justicia social y sustentabilidad nacional.
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Atte.
Movimiento Juvenil Mexicano
Comité Directivo del Distrito Federal